En una terrible mañana
Mi intento de desayuno escalaba
Seducido por martillazos
Y al darme cuenta de la derrota de la nada
Mi pequeña erudición fue vencida
Mi plato cayó sobre un insecticida
Y atestigüé un millón de sorpresas sobrevaloradas
Pobre mundo que flotas y giras
Pobre mundo animado, al fondo de mi vaso
Una telaraña fingía ser una consonante por donde una vocal caminaría
Mientras, el olor de la descomposición en la cocina fruncía mi nariz tapándome los oídos
Todo inundado de sentidos que llegué a sentirme vivo, lo que fue un rotundo fracaso
Probé la solemne obsesión –que arruina mi vida- y condenamos a una araña al libro;
Ese mantel donde mis alimentos se servirían de lunes a domingo
fue extendido,
Imaginamos que eso ayudaría…
Pero la mañana es terriblemente industrial tras repisas de incipiente 'melancolía'
Las tejas de erudición forjan los humores que se respiran como flores imposibles a sí mismas
Es el mundo que flota y gira
Es la ausencia y la calma efímera
Y entre mente descompuesta y habitaciones vacías
Y entre victorias de géneros vagos y lenguajes circunscriptos
Recuperé mi plato quemado por la orilla;
Mi desayuno infectado de un amarillo ocioso, un blanco grasoso
Atisbé el fundamento de la existencia en la boca
poniendo razón de la mano al brazo
Y aplacando mi apuesta de excentricidades…
alcaudones bronceados en la nieve
Condimenté el sabor introduciendo a la muerte en vida:
Entonces, después de _______ ingredientes
Mis ropas seguían no puestas
Mi vida de opiniones, extinguida
Después fui todo llanto...
Y el desayuno sigue siendo el mismo, cada día.
