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En esta fría mañana de agosto
Salen los alcaudones y se refrescan
Con discretos saltos simulando un vuelo
La tierra humedecida presagia un nublado imperfecto
Nublado, pero no del cielo
Y este silencio se torna abyecto
Abrazado a la escena en un balcón desierto
Son palabras, las que forjan esperanza
Y es un mundo entero, el que las anida a ellas
Salta uno, valiente pero desordenado, salta y desciende, lento como gota adherida a un cristal en la lluvia
Desciende a un pequeño pedazo de tierra, cobijado por hojas
Se queda estático, como dudando de su propia existencia
Se queda estático, más allá de las horas
Estas lecturas podrían parecer ajenas, pero existen
Existen en la mente de esos diminutos seres
Tras ese salto,
No podría llover, no podría solear, no podría una palabra ser acertada para describir ambiente
Tras ese salto, todo solo puede ser respirado con sigilo
Y por todos los seres que esta mañana saltan, duermen, anidan en sus ideas y palpitan en sueños
Y por todas las escenas que encierra cada escena, los alcaudones que descienden con sus discretos vuelos en esta contundente tierra... un espectador, y dos de ellos
Con la mirada perdida desde una habitación silenciosa
Sin mirar hacia arriba ni abajo quiere saltar, pero sin moverse
Yace estático, antes del salto, el espectador
Son palabras, las que forjan esperanza
Y es su mundo entero, el que las anida a ellas
Esta tierra alberga, desde palabras hasta fragmentos de la naturaleza
Perdida, ensimismada existiendo por nosotros
Y la tímida escena que surge a continuación:
Alcaudón 1 no sabe volar, no lo hace en realidad, pero vuela
Alcaudón 2 es una gota, mas no de lluvia
Alcaudón 1 observa al espectador
Alcaudón 2 encuentra en alcaudón 1 su pedazo de tierra
Ahí desciende
El observador llora enternecido
Ambos alcaudones lo observan ahora
Del balcón surgen vuelos inimaginados que vibran su interior, recuerdos
Los alcaudones saben que se llama amor
Pero no lo redactan, jamás lo harían
Su felicidad consiste en saltar y ser estáticos
El observador no comprende, solo siente...
Amor al observar dos diminutos seres
Amor al saber que está nublado y lloverá
Amor al recordar cada paso en un balcón
Amor de darse cuenta de que está en su propio pedazo de tierra
Cobijado no por hojas, sino por todo lo que no es de este mundo
En esta fría mañana de agosto
Salen los alcaudones y se refrescan
Se refrescan mirando a su observador
Con discretos saltos simulando un vuelo
Lo miran a lo lejos estirarse junto a su cama y al mismo tiempo tratando de no moverse
Tal como ellos,
La tierra humedecida presagia un nublado imperfecto
Nublado, pero no del cielo
La tierra humedecida con el silencio abyecto presagia vida
Desbordada en observaciones y vibraciones en saltos
Amor en saltos, vida de alcaudones, tímidas escenas que llevan mensajes importantes
Al interior de una habitación en algún lugar de esta tierra junto a una cama y un balcón en esta fría mañana de agosto, mientras alguien se estira
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